Es una espiritualidad de total abandono en las manos de Dios. El estigmatino debe sobresalir por la humildad, disponibilidad, espíritu de sacrificio, oración y meditación profundas. Su devoción está volcada para la Pasión, sufrimientos y estigmas de Jesús, además de la devoción a los esposos María y José que son los patronos de la Congregación.